Dietas Cetogénicas

Por muchos años, se han sugerido dietas estrictas como parte del tratamiento para múltiples condiciones, incluida la epilepsia.

A pesar de las diferentes terapias disponibles y descritas anteriormente, aproximadamente el 30% de las personas con epilepsia tienen convulsiones no controladas y se vuelven resistentes a los medicamentos antiepilépticos. Cuando los medicamentos y/o cirugías no funcionan como se espera, la dieta cetogénica se convierte en una opción útil de tratamiento.  La dieta cetogénica también se usa para personas con epilepsia controlada aumentando la respuesta a los medicamentos, disminuyendo el número y la gravedad de las convulsiones.

La dieta cetogénica es una terapia que no incluye medicamentos y, se ha utilizado en niños y adultos con epilepsia resistente a los medicamentos alrededor del mundo mejorando su calidad de vida al reducir la frecuencia de las convulsiones.

La dieta cetogénica consiste es un plan de nutrición con alimentos que proporcionan una gran cantidad de grasas saludables, cantidades adecuadas de proteínas y baja en carbohidratos.

Por lo general, el cuerpo utiliza los carbohidratos como la principal fuente de energía, pero en la dieta cetogénica, el cuerpo quemará las grasas generando moléculas llamadas cetonas y estas cetonas funcionan como combustible para producir energía.

Hay cuatro (4) dietas cetogénicas diferentes:

  • Dieta cetogénica clásica: Alta en grasas, baja en carbohidratos y baja en proteínas.
  • Dieta cetogénica con triglicéridos de cadena media: Se requiere menos grasa, pero aún más grasas que carbohidratos y proteínas. La proporción de carbohidratos es mayor que en la clásica.
  • Dieta Atkins modificada: Se requiere menos grasa, pero aún más grasas que carbohidratos y proteínas. La proporción de proteína es mayor que en la dieta clásica.
  • Dieta de bajo índice glicémico: Es una dieta baja en carbohidratos y solo se utilizan carbohidratos específicos.

Los estudios de investigación y la práctica clínica han demostrado que a pesar de las diferentes cantidades de grasa, carbohidratos y proteínas, este tipo de dietas cetogénicas tienen resultados muy similares.

Es importante estar bajo la supervisión de un nutricionista y el epileptólogo para controlar los efectos secundarios y evitar complicaciones. Ellos son los que determinan qué tipo de dieta es la más adecuada, cuándo iniciarla y cómo detenerla, si es necesario.

La dieta puede iniciarse en casa, pero para niños y aquellos con mayor riesgo de intolerancia o cambios en el azúcar en la sangre, la dieta debe iniciarse en el hospital. La duración de la terapia puede variar y debe evaluarse individualmente.

Antes y durante la dieta se requerirán pruebas de laboratorio para prevenir deficiencias y complicaciones nutricionales.

Las personas con epilepsia en las cuatro terapias dietéticas requieren un control estricto con el equipo de profesionales de la salud porque pueden ocurrir efectos secundarios que incluyen náuseas, vómitos, bajo nivel de azúcar en la sangre y falta de energía. Estos profesionales también sugieren limitar la ingesta de líquidos porque demasiados líquidos pueden inducir convulsiones. Las complicaciones crónicas incluyen dificultad para vaciar los intestinos o estreñimiento, pérdida de peso, cálculos renales, crecimiento lento y deficiencias de vitaminas y minerales. El éxito de la dieta depende de la continua supervisión del equipo de atención médica, el compromiso y disciplina de la persona con epilepsia, el apoyo de la familia y amigos, y la educación a la comunidad.

Para saber más sobre las preguntas más frecuentes sobre la dieta cetogénica, descárguese este recurso imprimible.

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