Para confirmar si una persona con epilepsia resistente a los medicamentos es candidata para cirugía, es necesaria una evaluación prequirúrgica muy detallada. Esta evaluación ayudará a:
- Clasificar el tipo de convulsiones.
- Identificar las zonas o área donde se inician las convulsiones.
- Determinar si la cirugía cerebral será segura y no comprometerá funciones cerebrales como su memoria o su capacidad para moverse y/o hablar.
Cada tratamiento se adaptará de manera individual y de acuerdo con los resultados de los diferentes estudios o pruebas. Es posible que esté familiarizado con algunas de ellas como el electroencefalograma (EEG) y la resonancia magnética (MRI por sus siglas en inglés), pero durante el proceso de evaluación es posible que deba seguir pasos adicionales y requerir de otras pruebas para obtener un diagnóstico.

Evaluaciones Iniciales y No Invasivas
Las pruebas iniciales de la evaluación prequirúrgica incluyen el video-EEG convencional, la resonancia magnética del cerebro de alta resolución y exámenes neuropsicológicos. En algunos casos, puede que el video-EEG, la resonancia magnética y las pruebas neuropsicológicas no muestren resultados definitivos para un diagnóstico preciso; por lo tanto, el equipo de atención médica puede necesitar otros estudios cerebrales más especializados para reunir información adicional como parte de la evaluación.

Evaluaciones Especializadas e Invasivas
Si los resultados de las pruebas no invasivas mencionadas anteriormente no son claros y la información que se necesita para determinar el mejor plan de tratamiento no es precisa, otras pruebas adicionales y más invasivas (como el SEEG y los SDG) serán requeridas para identificar la ubicación y el tamaño de las áreas donde se inician las convulsiones.
Existen múltiples opciones de tratamiento. Por lo tanto, y con base en los resultados de todos estos estudios, el equipo de epilepsia podrá determinar cuál es el más indicado para usted.